Quitarle importancia a lo importante

El comienzo del curso escolar supuso una nueva angustia para las familias trabajadoras de La Orotava. La educación pública sufre atroces ataques y los recortes en los presupuestos educativos tienen consecuencias evidentes.

Así, este año, el Ayuntamiento de La Orotava, obliga a pagar por las actividades extraescolares. Aunque se trate de un pago simbólico, está claro que instala en educación y es muy probable que, en los próximos cursos, lo tengamos que pagar por estas actividades vaya en aumento.

Por otro lado, se suprimió la subvención que se recibía para la recogida temprana, dificultando la conformidad entre la vida familiar y laboral y pagando más por este servicio, que  no toda las familias pueden afrontar.

Al mismo tiempo, se subieron los costes de los comedores escolares y muchas familias han retirado a sus hijos e hijas de este servicio y han tenido que buscar alternativas para compatibilizar su situación económica y laboral con la obligada atención a sus hijos e hijas.

Asimismo, se suprimieron las ayudas para libros, con lo que supone de gastos para las familias en el comienzo del curso.

A todo esto hay que unir el drástico recorte en personal, la masificación de las aulas, con el aumento de las ratios, la eliminación de las clases de apoyo o de atención a la diversidad y los múltiples recortes presupuestarios que están fastidiando a la educación pública.

Creo que lo único que nos queda hacer es agradecer la dedicación de los profesionales de la educación así como a las madres y padres que trabajan en las AMPAS para que estos colegios puedan mantener, a pesar de todas estas restricciones a que están sometidos, un nivel educativo digno.
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